La renta fija es el conjunto de valores negociables que emiten tanto las Administraciones públicas (deuda pública) como las entidades privadas (renta fija privada), y se entiende como un préstamo por parte del inversor, con los que estos obtienen a cambio unos intereses.
A pesar de lo que se cree la renta fija no está libre de riesgos, pues como ya hemos dicho se trata de un préstamo y como todos los préstamos corre el peligro de no poder cobrar los intereses por situaciones de insolvencia, corriendo el riesgo incluso de perder lo invertido, por lo que es fundamental comprobar la calidad crediticia del emisor.