Uber está recibiendo el respaldo de gobiernos, usuarios y empresas a partes desiguales en distintos países del mundo. Sin embargo hay uno en concreto que se le resiste, China. En la gigantesca nación asiática domina el mercado Didi Chuxing.
Una sencilla estimación de la valoración de ambas compañías expone claramente la diferencia entre ambas. Mientras Uber en China está valorada en 8.000 millones de dólares, cuenta con el apoyo de Baidu (el buscador más usado en el país) y se ha extendido por decenas de ciudades, Didi Chuxing está valorada en 25.000 millones de dólares, cuenta con 300 millones de usuarios, opera en cientos de ciudades, tiene el reconocimiento de usuarios y de empresas de todo tipo y ahora cuenta con un aliado de excepción, Apple, que ha invertido 1.000 millones de dólares (aproximadamente 880 millones de euros).
La razón por la que Didi Chuxing se ha impuesto es principalmente por el acuerdo de conciliación ofrecido a los taxis oficiales. El usuario puede escoger con la app entre taxis como tales o vehículos privados adscritos a la aplicación, además de tener en esta modalidad distintas opciones de uso.
Muchos usuarios consideran esta llegada al mercado como una verdadera oportunidad para combatir el grave problema de tráfico del país, así como la polución y la saturación de los taxistas, que en esta zona del mundo no pueden realmente atender a todas las solicitudes de los ciudadanos que desean volver del trabajo a casa.
Apple ha dado un apoyo público incomparable con esta inversión en Didi Chuxing, se trata de la mayor realizada hasta el momento por la compañía estadounidense desde la famosa adquisición de Beats (en la que desembolsó 3.000 millones de dólares) y es la mayor que jamás ha realizado en China.
Sin embargo, no es altruismo o confianza financiera lo que mueve a la empresa con el logotipo de la manzana mordida para confiar en Didi y sus opciones de rentabilidad. Los analistas consideran que detrás de este movimiento se encuentra una estrategia bien elaborada de la incorporación del sistema de pago Apple Pay lanzado en febrero y que en China está dominado por dos empresas de la competencia. Comenzar en el mercado de este sistema de pago con la start up mejor valorada y rentable de China es un golpe maestro de Apple para situarse frente a frente con respecto a la competencia en muy poco tiempo y con una inversión que, vistas las consecuencias, podría considerarse incluso pequeña.