Casi con la misma estructura que en 2015, la Reserva Federal de los Estados Unidos ha presentado en su reunión de finales de julio sus impresiones acerca de la economía nacional y considera que está en una posición óptima para la subida de tipos de interés.
La diferencia con respecto al año anterior es que hasta ese momento los tipos de interés se mantenían intactos desde hacía ya varios años y era toda una novedad lo que podía suceder si finalmente se subiesen. Lo que sucedió es que la incertidumbre económica motivó una espera hasta el mes de diciembre, cuando finalmente se provocó este aumento de los tipos de interés.
Un año después, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, se ha mantenido firme en su posición de subir los tipos de interés, que actualmente sí están entre el 0,25% y el 0,5%. Sin embargo, mantiene la incógnita de cuándo se debe realizar este cambio económico. Yellen asegura que la economía estadounidense puede aguantar sin problemas una nueva subida y que la inflación podría verse movida al alza debido al aumento paulatino de los salarios medios.
La situación es bastante sorprendente, sobre todo tras el proceso del Brexit, que terminó desestabilizando todos los mercados internacionales. Estados Unidos en general y el dólar como divisa en concreto, han mantenido sin embargo cierta fortaleza ante esta situación y han demostrado que su economía transmite más confianza de lo que se pensaba.
Diciembre gana en las apuestas
Las posibilidades de subida de tipos de interés también son influyentes en la cotización de valores de Wall Street. Según las especulaciones en torno a la Bolsa estadounidense, las posibilidades de que la subida de tipos sea en septiembre o sea en diciembre mantiene una diferencia del 15% al 52%, respectivamente. Por tanto, se espera que este año se repita la situación de 2015 y en diciembre volvamos a ver una nueva subida de los tipos de interés.
Aunque la mayoría de profesionales que rodean a Yellen confirman su teoría de que la economía estadounidense no sólo puede resistir una nueva subida de tipos de interés, sino que incluso sería recomendable, muchos consideran también que en verano no es el mejor momento para hacerlo y que el mes de diciembre es más provechoso.
Durante el mes de agosto la Reserva Federal tiene una nueva reunión en la que expone la evolución de la economía estadounidense y podría fijar una fecha concreta para la subida de tipos de interés, pero los analistas consideran este anuncio poco probable por el momento.