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La empresa de venta de moda española Mango está en Cuba desde el año 1996 con una apertura en forma de franquicia, que lleva un empresario local. Este mismo hombre de negocios ha adquirido la segunda inversión de la firma en La Habana.
Se trata de una megastore, la primera que Mango abrirá en Cuba con 446 metros cuadrados, que se ubicará concretamente en el edificio del hotel Kempinski, una elección muy curiosa dado que aquí también se abrirá en breve la primera tienda de la firma también española, Cortefiel.
De esta forma, Mango mantiene su estrategia de inversión en países extranjeros con una continua apertura de tiendas, que en realidad no le está reportando beneficios importantes, al menos de momento, pero sí un paradójico incremento de ventas histórico.
La elección de Cuba supone una consecuencia directa del deshielo comercial entre Estados Unidos y La Habana, que ha motivado también la apertura de la isla a la inversión extranjera. Teniendo en cuenta la buena relación con España que mantiene la isla, Mango ha querido aprovechar la situación para comercializar sus líneas de moda para hombre y mujer a la población cubana, reconociendo un potencial importante con un consumo creciente, también motivado por el turismo incesante que llega para conocer tan exótico destino.
Mango, que se acerca cada vez más rápido a las 200 tiendas en todo el mundo, se ha adaptado a las nuevas tendencias de los locales comerciales del sector de la moda. En este sentido, lo que resulta más apropiado comercialmente es abrir tiendas lo más grandes posibles, todo un ejercicio de diseño de interiores que está funcionando perfectamente.
Estas megastores deben situarse en centros urbanos, sobre todo en enclaves con mucha presencia de transeúntes, para incrementar todo lo posible el potencial de venta. Igualmente también se ha consolidado la compaginación de venta de ropa para hombre y mujer, ocupando aproximadamente ambas el 50% de estos gigantescos locales, sobre todo por el crecimiento del consumo particular en la ropa de hombre.
No se tiene constancia de la inversión que supone la apertura de esta megastore para Mango, no obstante se considera que debe ser más económica que en otros centros urbanos europeos, donde el metro cuadrado de local comercial es desorbitado, por no hablar de Estados Unidos, donde tiendas de nivel internacional se han visto obligadas incluso a dejar el alquiler, por no cubrir los gastos.
