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La primera vuelta de las elecciones francesas está a punto de producirse y los mercados ya están vaticinando posiciones, en caso de que gane uno u otro de los principales candidatos a la segunda vuelta.
Los analistas han planteado las dos situaciones, que curiosamente presentan escenarios completamente opuestos. En el plano negativo está la posible victoria de Marine Le Pen, declarada antieuropeísta y para la que algunas firmas han confirmado que tiene un 40% de probabilidades de ganar. La cara positiva aunque moderada es la de Emmanuel Macron, de corte centrista y que permitiría incluso una revalorización del euro.
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Si gana Marine Le Pen
La victoria de la extremista Marine Le Pen crearía una gran inestabilidad para la Unión Europea, tal y como los análisis previos plantean así como también la propia candidata confirma.
En materia de inversión esto implica la huida de los capitales hacia otros valores refugio, colocándose el bono estadounidense a 10 años como el principal objetivo inicialmente. Las bolsas europeas, por su parte, podrían caer hasta un 35%, mientras que el euro se debilitaría considerablemente, sobre todo en lo que respecta al dólar, con una caída de hasta el 16%, según los análisis más pesimistas de la situación.
Si gama Emmanuel Macron
La situación con la victoria de Emmanuel es completamente la contraria. El incremento del valor del euro sería histórico, con una revalorización de hasta el 2% con respecto al dólar y las bolsas europeas.
De hecho, los bancos serían los principales beneficiados de esta situación con subidas en las cotizaciones que podrían llegar hasta el 20% en las perspectivas más favorables.
En todo caso, la victoria de uno u otro candidato está muy ajustada, según siempre quién analice las opciones de cada uno de ellos. Esto de por sí está generando una desconfianza en las inversiones en Francia que, a medio plazo, podría suponer una reducción de las perspectivas de crecimiento del país por la inestabilidad planteada, independientemente de quién salga vencedor.
Francia, de hecho, es una de las capitales que más está sufriendo con la constante inestabilidad política en la Unión Europea. El ascenso en la candidatura de Le Pen atestigua cómo la crisis de Grecia, el Brexit británico y los atentados terroristas sufridos los últimos meses, han provocado una reacción en la sociedad francesa, que aboga por un mayor proteccionismo económico y social.
