La multinacional de corte tecnológico y origen alemán, Freudenberg, es conocida en España principalmente por su propiedad de Vileda, la marca de productos para limpieza.
Es curioso este reconocimiento, porque en realidad estos utensilios no superan el 17% de sus ingresos en el país.
Su principal facturación deriva de la automoción, para la que sirve desde productos de sellado hasta antivibración. Conjuntamente estas líneas de negocio llegan a abarcar el 47% de la facturación total, según balance económico del año 2018.
Sin embargo, la automoción no está en su mejor momento, lo que ha motivado a Freudenberg a modificar su estrategia de inversión.
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Inversión de 10 millones de euros en 7 plantas en España
En principio ha informado que va a destinar un total de 10 millones de euros, para repartir entre las 7 plantas que tiene en España.
De estas plantas hay 4 en Parets del Vallès y 1 en Martorell, todas ellas pertenecientes a Barcelona. Luego tiene otra en Burgos y otra en navarra, en la localidad de Cascante.
El objetivo es que de esas plantas deriven nuevas líneas de negocio, que permitan mitigar la caída constante de los ingresos que genera la automoción en prácticamente todo el mundo.
La exportación motiva el crecimiento de Freudenberg
Freudenberg ha conseguido mantener un crecimiento de su negocio, a partir de una cada vez más notable exportación.
En estas 7 empresas, por ejemplo, la exportación de productos tiene un 50% de media, pero en algunas este porcentaje es de hasta un 90%.
Esto le permite, además de poder abarcar otras áreas de negocio, contar con la importación de otros países, para una mayor garantía de rentabilidad.
Las cuentas salen, dado que la compañía tiene ya 1.068 empleados en todo el país, con un crecimiento de 60 profesionales con respecto a lo que tenía en el año 2017. El objetivo, de momento, es que la plantilla se mantenga.
Nuevas líneas de negocio para Freudenberg
Freudenberg tiene que invertir en nuevos desarrollos. En automoción, por ejemplo, sabe que tiene que adaptarse a las nuevas tendencias, marcadas por los coches eléctricos.
Pero también puede abarcar otras áreas. Tiene una posición destacada en la industria de telas sin tejer, en la que prevé que la inversión puede ofrecer rentabilidad, por su aplicación en el recubrimiento de cables eléctricos. Ya suma un 15% del total de su facturación.
Por otro lado, también puede mantener una inversión creciente en la industria de lubricantes industriales, con la que ya suma un 18% de toda su facturación. Más incluso que la conocida línea de Vileda.