Desde este lunes 13 de abril, el sector de la construcción puede reanudar en la mayoría de los casos toda su actividad profesional.
Tras la prórroga del estado de alarma, una de las medidas adicionales fue la restricción a toda actividad económica no esencial. Esto afectaba a múltiples industrias, pero sobre todo al sector de la construcción, que ahora puede reanudar su actividad.
No obstante, para hacerlo tiene también que invertir en medidas de seguridad sanitaria, con el fin de que el contagio por coronavirus no se extienda, dado que de ser así, ya se ha advertido que las medidas se volverán lo más restrictivas posibles.
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Inversión en guías de control sanitario
Una de las inversiones más importantes, por su papel práctico, es la relativa a una guía de actuación durante la jornada laboral, que ha sido elaborada entre los sindicatos CCOO y UGT, junto con las patronales CNC y Seopan.
Esta guía es ofrecida a todas las empresas de construcción, para que en la medida de lo posible incluyan en las obras las indicaciones sugeridas.
De todos los consejos planteados, destacan las sugerencias de poner a disposición de los empleados termómetros, las de una distancia de seguridad entre empleados, el énfasis en no compartir herramientas y, sobre todo, evitar corrillos de gente.
De forma concreta, se incide en que durante los momentos de descanso y de comida los profesionales no se junten, para evitar una exposición de mayor riesgo de contagio.
Además, también se proponen descansos en turnos, para evitar aglomeraciones, sobre todo en lo referente a las grandes obras.
Obras sin visitas para mayor contención
Se reanuda la actividad en las obras, pero se limita toda actividad complementaria. Esto limita bastante la inversión en operaciones comerciales, dado que no podrán visitarse ni por promotores, ni por posibles compradores. Solo se permite el trabajo a los profesionales de la construcción.
Por tanto, los edificios y diversas obras de construcción mantendrán su ritmo y, previsiblemente, podrán cumplir sus plazos de entrega. No obstante, la comercialización se realizará más tarde de lo previsto.
Todavía no se ha planteado las consecuencias que podría acarrear en proyectos que requieran de liquidez rápida, ni tampoco cómo va a terminar afectando a todo el sector inmobiliario en el país.
Algunos analistas ya plantean una estabilización a la baja del sector, con descenso de los precios sobre todo en la compra de obra nueva.