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Ha sido una semana difícil para Netflix, desde el momento en el que hizo públicos sus resultados del primer trimestre de 2022.
Con los días pasados, parece evidente que las previsiones eran demasiado optimistas y que no se ha sabido afrontar la situación actual.
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De ganar 2,5 millones a perder 200.000 suscriptores
Las perspectivas eran ganar 2,5 millones de nuevos suscriptores durante estos meses. La realidad es bien distinta, Netflix ha perdido unos 200.000 suscriptores en el cómputo global de enero, febrero y marzo.
El problema no es tanto la pérdida de suscriptores, sino la dificultad para ganar abonados de forma más rápida.
La empresa ha explicado que 700.000 cuentas de su base de datos procedentes de Rusia no son contabilizadas porque ya no se da servicio al país, por motivo del conflicto bélico con Ucrania.
Pero si las previsiones se hubieran cumplido, Netflix debería haber disfrutado de una ganancia de casi 2 millones de suscriptores, cuando el balance final se sitúa en pérdidas.
Otros motivos parecen afectar con mayor importancia, como la inflación creciente que obliga a las familias a reducir su ahorro y a prescindir de servicios no básicos, de los que el entretenimiento digital suele ser una de las primeras víctimas.
Debacle en Bolsa al conocer los resultados
En distintos medios de comunicación se ha planteado una supuesta crisis del sector del streaming, cuando en realidad es la situación geopolítica y económica la que ha motivado este descalabro en los resultados de Netflix.
De igual forma, hay que tener en cuenta que su ascenso desorbitado (como el de otras plataformas) durante estos años se ha debido a la pandemia mundial y los efectos del confinamiento, por lo que debería haberse previsto una regresión a datos más estables con el tiempo.
En cualquier caso, al final todo ha incidido en los inversores de la compañía, que son quienes peor acogen cualquier síntoma de incertidumbre.
La venta de acciones se ha precipitado y aquí sí que se ha producido una grave debacle para la empresa. Su valoración bursátil cayó un 30% en la jornada posterior al conocimiento de los resultados y la compañía veía cómo se volatilizaban 45.000 millones de dólares.
El problema, además, no está en el hecho de que Netflix caiga, sino en que los inversores empiezan a cuestionar la rentabilidad del modelo de negocio. Disney caía un 5,2% en su valoración y Warner Bros. Discovery Inc., que participa en el sector con HBO Max, también ha visto caer sus acciones un 2,8%.
