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La inversión en petróleo los últimos 24 meses no ha sido tan rentable como anteriormente sí lo era, debido a la incertidumbre en el sector a nivel mundial, así como también a los problemas de producción y precio relacionados.
Hace relativamente poco tiempo, los países miembros de la OPEP parecían acordar una limitación en la producción de barriles que contentara tanto a los exportadores como a compradores y, sobre todo, a inversores.
De hecho, hace tan solo unos días se había ratificado el acuerdo de limitación de la producción para 2018, haciendo prever con ello un próximo año de considerable estabilidad.
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El azar limita la producción e impulsa la inversión
En ocasiones, sin embargo, los elementos decisivos en un sector comercial están lejos de poder controlarse por los responsables de la producción. Ha sido el azar, sobre dos instalaciones petrolíferas situadas en diferentes partes del planeta, lo que ha terminado trastocando todo el mercado internacional del crudo de cara a inicios de 2018.
El corte del oleoducto de Keystone
Uno de los oleoductos que ha registrado uno de los problemas más graves ha sido el de Keystone. De él deriva un importante suministro de petróleo desde Canadá hacia Estados Unidos.
Con una drástica reducción de este flujo de petróleo, el barril West Texas se incrementó más allá de los 58 dólares, una cifra que no conseguía desde hacía más de dos años.
Además, se hace más acuciante la necesidad de invertir en importación de petróleo, debido a las bajas temperaturas de estas fechas.
El futuro del oleoducto de Forties North Sea
Casi de forma paralela, el oleoducto de Forties North Sea presentaba un grave problema que impedía su funcionamiento habitual. Estas instalaciones se han cerrado y se estima que las obras necesarias para reiniciar la producción a ritmos normales podrían extenderse durante semanas.
El oleoducto de Forties North Sea es de vital importancia para Reino Unido, dado que su mayor porcentaje de importación de crudo procede de sus instalaciones. El corte de suministro, que afecta a 450.000 barriles diarios, ha motivado un incremento de precio y un interés inmediato de los inversores.
Un factor que también ha influido en este ascenso del precio del barril es el clima, en estas semanas especialmente helado en la zona de Escocia y en toda Europa en general, que ha motivado un consumo masivo del material para la calefacción de hogares y empresas.
