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La Ley aprobada por el Consejo de Ministros en España sobre el uso de drones se originó el 4 de julio y era, fundamentalmente, restrictiva. Frente a una situación de alegalidad alarmante, el poder legislativo zanjó la situación prohibiendo el uso de drones en zonas urbanas, así como tomar imágenes de personas. Las aeronaves no tripuladas quedaban así limitadas a un uso muy restringido, que no sólo afecta a los usuarios particulares.
Las empresas y profesionales que quieren aprovechar las ventajas de los drones quedan fascinados con los constantes avances conseguidos a nivel tecnológico en estos aparatos. Curiosamente, la inversión en drones volcada a su cada vez mayor desarrollo parece no ver un fin a corto plazo y las posibilidades son sólo frenadas por el lento avance mecánico que debe implantarse.
Sin embargo, no poder utilizar estos sistemas de grabación y captación de imágenes pone en jaque al sector, sobre todo en España en lo que a leyes relacionadas se refiere. Es más, es necesario un carnet de piloto especial para poder controlar de forma profesional estos drones. Y en caso de los particulares que no los utilicen con fines profesionales, sólo tienen autorizado su control aéreo en pistas de aeromodelismo.
Supuestamente en apenas unos meses la normativa iba a ser mucho más detallada, pero casi a las puertas de 2016 no se ha modificado ni un ápice lo suficiente como para que las situaciones complejas en las que no queda claro qué es legal y qué no hayan sido resueltas, salvo que obviamente se decante por una prohibición total.
Precisamente este área está suscitando también interés por parte del sector de imagen y sonido, actualmente en pleno declive debido al desarrollo de otros dispositivos tecnológicos capaces de ofrecer una imagen de calidad perfecta sin tener que invertir la gran cantidad de dinero que requieren las cámaras de vídeo profesionales.
Los drones suponen un valor añadido, dado que permiten una grabación de audio e imagen de forma profesional, pero al mismo tiempo también permiten obtener vistas y tomas que hasta ahora era sencillamente imposible de obtener. Con este tipo de grabaciones, tanto en eventos como bodas, comuniones o bautizos, como también en retransmisiones deportivas, grabaciones de noticias en directo y otros supuestos escenarios que podrían ser utilizados para grabar por drones, están a la espera de saber cómo y cuándo van a poder aprovechar esta tecnología que promete revolucionar el sector. Y, de hecho, lo haría, si no estuviera atada por la normativa actual.
