Las cooperativas agrícolas deben decidir sabiamente dónde invertir. Aquellos alimentos que mayor rentabilidad puedan ofrecer deben ser escogidos para un cultivo inmediato. En 2017 se mantiene una tendencia sobre un pequeño alimento que se está convirtiendo auténticamente en un diamante en bruto, la almendra.
Desde 2013 el área destinada al cultivo de este fruto ha aumentado en muchas localidades hasta 3 veces. Por ejemplo, en la alicantina zona de Elche ha crecido de 250 hectáreas a 800 en la actualidad. No es la única localidad donde se ha notado este aumento. El volumen global de hectáreas destinadas se estima que llegará a las 600.00 hectáreas a lo largo de 2017.
Por qué la almendra consigue tanto éxito
Una de las principales razones por las que la almendra sigue siendo objeto de inversión es la rentabilidad, tal y como comentábamos al principio. De hecho, si mantenemos la comparativa con frutos destacables en la Comunidad Valenciana, la naranja genera menos de la mitad de rentabilidad económica.
Por ejemplo, una hectárea de naranja o cítricos de diferente modalidad permite una rentabilidad aproximada de 600 euros. Sin embargo, la misma hectárea dedicada al fruto del almendro permite generar al menos 1.000 euros.
Pero no es la única razón. Lo cierto es que el almendro tiene muchas opciones más allá de la ingesta del alimento en bruto, sino que puede producirse en diferentes subproductos como turrones, pasteles, pastas, etc. Esta variedad de usos permitirá una mayor comercialización que lo que sucede con otros frutos, multiplicando por ello sus opciones en el mercado y, por tanto, permitiendo una mejor rentabilidad del cultivo.
También hay motivos indirectos. La almendra está siendo promocionada, no por las cooperativas agrícolas, sino por diferentes profesionales y medios relacionados con la nutrición saludable, como uno de los mejores productos en cuanto a sus propiedades para el cuerpo humano, en multitud de supuestos.
Por ello, también se ha notado un aumento del interés por parte de los consumidores en relación al almendro, por esa razón es considerablemente más sencillo vender este fruto que otros que pueden no tener tantas salidas.
Esto, como resulta obvio, está ligado con el beneficio económico obtenido de su venta. Anteriormente la venta de la pepita de la almendra estaba fijada en unos 3 euros el kilo. En la actualidad el valor en alza de este producto ha conseguido que el precio pase hasta los 9 euros el kilo.