Pescanova (la vieja, no la nueva) lleva desde el 12 de marzo de 2013 en suspensión de cotización en Bolsa por orden de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), en relación a sus cifras de deuda y contabilidad.
La suspensión llega a su fin el próximo miércoles 7 de junio de 2017 y la situación hace cuestionar a los inversores qué deberían hacer. Han sido los propios reguladores del mercado los que, como viene siendo habitual, sugieren prudencia en las inversiones.
Como argumentan, un periodo excesivamente largo (Pescanova ha estado 4 años) sin cotizar en Bolsa, pueden provocar a su regreso movimientos extremos, tanto al alza como a la baja. Es más, la situación de la empresa sigue siendo compleja, sobre todo tras su proceso concursal y poco tiene que ver la actual Pescanova con la original.
En su momento de suspensión la cotización de acciones de Pescanova le ofrecían una capitalización de 170 millones de euros. En la actualidad, sin embargo, no llega a los 900.000 euros.
La empresa, además, cuenta con el 1,6% de las acciones de Nueva Pescanova, que recientemente elevó su capital social desde una partida inicial de 12 millones de euros a 147,6 millones.
Volviendo a la «vieja» Pescanova, las acciones de la empresa tendrán un precio inicial en su salida del miércoles de 0,03 euros la unidad. El capital social completo se conforma con 28,7 millones de acciones, lo que explica la capitalización menor de un millón de euros actual. Concretamente se fija en 862.131,54 euros.
Es bastante impresionante comparar estos datos de las acciones de Pescanova con las cifras de hace 4 años. Por aquél entonces, la empresa antes de su suspensión conseguía una cotización de 5,91 euros la acción.
Con la consecuente aparición posterior de Nueva Pescanova, es poco probable que la original alcance valores similares a los de hace 4 años. Otro elemento que sí puede suponer una clara diferencia con respecto a la situación anterior es la deuda, que ahora mismo, aunque encauzada, es una problemática de la nueva compañía.
Tal y como estableció el nuevo consejo administrativo de la compañía hace apenas unas semanas, el objetivo consiste en salir a Bolsa, aumentar ligeramente la capitalización en la medida de lo posible y, en un medio plazo, conseguir una ampliación de capital con la que obtener la solvencia adecuada para volver al mercado con fuerza.