El analista económico Roch Tabarot aborda en este artículo la situación que se ha identificado desde los medios de comunicación como guerra comercial.
Se trata del panorama económico que enfrenta al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto a su política de aranceles a las importaciones, prácticamente contra el resto del mundo, aunque con enclaves muy delimitados como China, Canadá y España.
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Roch Tabarot identifica los antecedentes con China como el detonante
Donald Trump nunca ha ocultado su filosofía económica en relación a las importaciones de productos. Estados Unidos importa mucho más de lo que exporta y, en base a la argumentación del actual presidente del país, esto está afectando desde hace demasiado tiempo a su fortaleza económica.
Por ese motivo, desde su entrada en la Casa Blanca, Trump ha abanderado la lucha contra las importaciones desmesuradas como uno de los pilares de su estrategia política. Aunque desde el principio diferenció múltiples objetivos de esta guerra comercial, China siempre ha estado con prioridad en sus discursos.
Roch Tabarot identifica esta relación con las importaciones de China, como la apertura de esa guerra comercial, una especie de inicio, con el que el presidente pudo comprobar reacciones internacionales.
La imposición de aranceles a productos importados de China no ha terminado su evolución, pero ya se han iniciado algunos procesos, con los que se ha demostrado que Estados Unidos puede adoptar una postura fuerte. De hecho, desde China abogan por negociaciones con las que reanudar una mejor relación económica entre ambos países y esto únicamente le da la razón al presidente republicano.
Roch Tabarot analiza las siguientes acciones de la guerra comercial
Tras anunciar que la guerra comercial se extenderá a los siguientes objetivos clave para Estados Unidos, como Europa y Canadá, se ha fijado una agenda preliminar de las próximas fechas clave.
Principios de julio es el momento más importante de toda esta agenda. El mismo día 1 Canadá impondrá los impuestos a productos estadounidenses y desde la Unión Europea se hará lo propio unos días después.
Roch Tabarot señala que hasta ahora las acciones han sido siempre iniciadas desde Estados Unidos, lo que teóricamente refuerza su posición estratégica en esta política. Sin embargo, a partir de julio se comenzarán a ver las consecuencias con aranceles en importaciones respecto ambas partes, tanto en lo relativo a productos extranjeros que intentan comercializarse en Estados Unidos, como también ahora los que sean afectados por la reacción de Canadá y Europa.
Pero antes de ver estas consecuencias, el analista plantea comprobar qué ha sucedido en China. Pese al intento de acercar posturas desde el país asiático, Estados Unidos ha seguido ampliando la lista de productos que próximamente también sufrirán un incremento en los impuestos arancelarios.
Por tanto, la posición de Estados Unidos se ha intensificado con respecto a China, a la espera de una renegociación de las relaciones comerciales más favorable para los norteamericanos.
No es previsible, según Roch Tabarot, que desde Canadá o Europa suceda algo similar, porque lo que se busca es una reacción inmediata de estos aranceles, en lugar de una continuidad en el tiempo. Sin embargo, puede que no salga bien para Estados Unidos.
Algunas empresas europeas, como fabricantes franceses de automóviles, han planteado un apoyo a esta subida arancelaria, dado que su cuota de mercado en Estados Unidos es mínima, cuando aquí la competencia norteamericana sí les provoca pérdidas.
Roch Tabarot advierte de los otros frentes comerciales de Estados Unidos
El analista Roch Tabarot hace cierta analogía entre esta guerra comercial y una batalla con distintos frentes. De hecho, Donald Trump se ha hecho popular en sus conferencias y declaraciones por no limitarse a la hora de identificar enemigos comerciales.
Por ese motivo, hay otros frentes que entrarán próximamente en juego. El más importante de todos es México, que como se ha demostrado desde incluso antes de las Elecciones Presidenciales en Estados Unidos, es objetivo de las críticas de Trump y un país que ya ha sufrido consecuencias de sus amenazas económicas.
La fecha clave es también para México el 1 de julio, cuando se celebran sus Elecciones Presidenciales. Quien salga elegido tiene la responsabilidad de hacer frente a las duras amenazas económicas de Donald Trump y de defenderlas en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Consecuencias de esta guerra comercial en varios frentes
Europa, China, Canadá y México pueden suponer demasiados frentes incluso para Estados Unidos. Por eso, son cruciales las posturas que estos países y organizaciones puedan tomar, con respecto al futuro y las consecuencias de esta guerra comercial.
Roch Tabarot plantea dos principales resoluciones. La primera es el refuerzo económico de Estados Unidos. El argumento de Donald Trump no está carente de razón dado que muchos de sus aranceles no son equitativos a los que sus productos ya sufren en otros países.
Pero ni la metodología es la más diplomática, ni tampoco se tienen en cuenta otros factores, que condicionaron originalmente estos aranceles y que siguen sin resolverse. Pese a ello, Trump podría ocasionar que ciertos sectores de la economía estadounidense cobrasen fuerza y una posición estratégica óptima, dando la razón a su drástica postura.
Otra posible opción es un debilitamiento continuado, que motive una alternativa en las siguientes elecciones en Estados Unidos, que tendrán lugar en 2020, aunque desde 2019 se comenzaría a plantear la nueva carrera de los candidatos políticos.
Por tanto, la situación económica mundial y empresarial, está en medio de una vorágine con muchas posibles vías. Las decisiones que se tomen a raíz de los aranceles impuestos por la Unión Europea y Canadá a partir de julio, así como las directrices políticas que adopte el próximo presidente de México, pueden condicionar el futuro de Estados Unidos y su relación con el resto del mundo.