La empresa Soul Cycle, proveedora de «indoor cycling», popularmente conocido como spinning, acaba de presentar la solicitud formal de su entrada en la Bolsa de Wall Streeet con el fin de poder cotizar con acciones basadas en un deporte que gana adeptos por minutos.
Pese a que en un inicial momento podría sorprender el hecho de que un deporte quisiera cotizar en Bolsa, sus argumentos en defensa de su rentabilidad son más que sólidos. Hay que tener en cuenta que el spinning es una práctica deportiva, principalmente de público femenino, pero reconocida como una de las más adictivas que pueden encontrarse en gimnasios y locales especializados.
Hasta tal punto llega la implicación de sus «abonados», que la empresa no invierte en publicidad, deja que el fenómeno se traslade de una opinión positiva a otra, así como también aprovecha la buena prensa de los medios de comunicación que avalan tanto sus beneficios deportivos como la estrategia empresarial en la que se asienta.
SoulCycle tiene actualmente presencia en 38 locales de siete ciudades estadounidenses. El objetivo es llegar a los 250 locales y a una posterior expansión internacional. En total ofrece 72.000 sesiones de spinning todas las semanas y a un coste de unos 35 dólares la carrera los cálculos no podían ser más favorables.
Los responsables, además, han sabido rentabilizar el negocio, permitiendo alquiler de zapatillas y venta de agua para la sesión. También se apoyan en Internet para dar clases online, así como comercializar ropa especializada para las clases, de unos 45 minutos de duración.
En 2014 SoulCycle obtuvo unos beneficios de 25 millones de dólares. Su cifra de negocio pasó de 72 millones a 112 millones. El crecimiento exponencial de la empresa es palpable y su salida a Bolsa podría ser sólo el inicio de una gran expansión que podría llegar a cualquier lugar del mundo.
El miedo de los inversores es el posible carácter efímero que podría tener una tendencia. Sin embargo, el deporte de ciclismo a puerta cerrada lleva muchos años demostrando no sólo sus cualidades positivas para el físico del deportista, sino la gran aceptación por parte de todos los amantes del ciclismo o de quienes buscan un físico definido.
Al contrario que otras clases o tendencias deportivas, el spinning requiere de unas infraestructuras adecuadas, así como de una especialización concreta que combine música de diversos géneros con un físico adaptado a la bici. Por tanto, su implantación requiere de costes concretos y de personal muy especializado. A pesar de ello, el spinning arrasa por donde va, lo que es un claro signo de su rentabilidad tanto física como económica.