Los aeropuertos cada vez fomentan más la convivencia entre los aviones y las tiendas de venta de productos y alimentos. Razón no les falta a tenor de las cifras ofrecidas por la IATA (Asociación de Transporte Aéreo Internacional). Según su informe relativo al número de pasajeros durante el año 2015, en el aeropuerto de Atlanta 101,5 millones de pasajeros estuvieron de protagonistas en salidas o llegadas, pero siempre en las instalaciones del aeropuerto. El ranking sobre el que expone las cifras este informe sitúa a Beijing con 90 millones de pasajeros el aeropuerto con más afluencia de gente en Asia y al de Dubái con 78 millones. Todos ellos han conseguido incrementar el porcentaje de pasajeros con respecto a años anteriores.
Regresando al sector del comercio al por menor, hablamos de tiendas que pueden mostrar sus escaparates a millones de pasajeros al año. En comparación con calles y avenidas, la diferencia es sustancial por diversos factores.
En primer lugar, los pasajeros rara vez repiten aeropuerto, sobre todo los turistas que viajan a un destino vacacional y regresan a casa. En una calle, un gran porcentaje de transeúntes vive o trabaja por la zona y pasa a diario por el mismo escaparate.
Además, la motivación del consumo es mucho mayor en un aeropuerto que en cualquier calle de la ciudad, exceptuando mínimamente los centros comerciales y avenidas abocadas al consumo en masa que, de todas formas, sólo rentabilizan operaciones en fines de semana y periodos festivos.
En tercer lugar, una tienda en un aeropuerto suele disfrutar de pasajeros que obligatoriamente deben pasar un tiempo entre estas tiendas. No hay entretenimiento ni lugares de descanso desvinculados de la zona comercial de un aeropuerto, pues incluso los bares y restaurantes suponen un consumo de alimentación importante al que casi todos los pasajeros sucumben.
De esta forma, los aeropuertos están viendo cómo las cadenas de tiendas solicitan más espacio y facilidades para instalar sus ofertas y seguir aprovechando todo el potencial comercial de estos lugares. Además, que el turismo esté, literalmente, en el mejor momento de su historia con cifras récord en 2015 de personas que han viajado fuera y han pernoctado, las estimaciones para 2016 no podían ser más positivas.
El hecho de que el porcentaje de pasajeros haya crecido en estos aeropuertos y, seguro que también, en otros aeropuertos de menor tamaño, es motivo más que suficiente para que todas las grandes empresas, cadenas y franquicias consideren estas instalaciones como uno de los lugares más atractivos donde invertir en la creación de locales.