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Las tarifas antiguas no parecen rentables o asumibles para la compañía de telecomunicaciones de Vodafone. Tanto es así, que la empresa ha invertido en una estrategia de encarecimiento de estas tarifas, con el fin de que los clientes se muevan hacia otras mucho más recientes.
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Subidas de 2 a 5 euros
En el sector de la telefonía móvil, unos pocos euros pueden significar disfrutar de un servicio base a un servicio Premium. Pero igualmente también puede representar una puerta abierta a que los clientes decidan marcharse a otra compañía.
Vodafone ha decidido arriesgarse e invierte en un encarecimiento de sus tarifas que oscila entre un mínimo de 2 euros y un máximo de 5 euros, cantidades que pueden parecer pequeñas, pero que son muy significativas.
Este encarecimiento se aplica en las tarifas que tienen más tiempo en telefonía móvil y en las convergentes. Desde el mes de abril de 2019 no están comercializadas por la compañía, así que el movimiento consiste en subir el precio, complementando la operación con incrementos también en los bonos de datos.
Movilización o baja sin coste, como alternativas
Los clientes que no quieran aceptar esta subida de precio del servicio tienen dos alternativas. Vodafone les permite moverse a cualquier tarifa de las ilimitadas sin coste alguno o bien darse de baja.
Si se dan de baja teniendo en vigencia algún compromiso de permanencia, la compañía ha informado de que no se le cobraría nada al cliente.
Por tanto, esta operación parece un impulso a los clientes que, lógicamente, no pagarán más por un servicio que pueden tener al mismo precio o menor y con mejores prestaciones. El riesgo, obviamente, está en la portabilidad.
Fuga de usuarios de Vodafone
Desde que Vodafone abandonó su puja por el fútbol, la fuga de usuarios ha sido constante.
La portabilidad hacia otras compañías ha hecho mella en Vodafone, que ha intentado volcar toda su inversión en innovación tecnológica, con tarifas basadas principalmente en navegación por Internet ilimitada y de alta calidad.
Sin embargo, esta estrategia de movilización no es nueva. Anteriormente empresas como Movistar y Orange la han puesto en práctica, justificando la mejora de servicios para el incremento de precio y ofreciendo ventajas sustanciales, a los clientes que decidían probar de una vez sus nuevos servicios.
De esta manera, Vodafone también consigue reducir drásticamente sus tarifas antiguas y centrarse en las actuales, para poder competir en igualdad de condiciones en el sector.
